La crisis económica ha cambiado muchas rutinas y costumbres, pero parece que no ha llegado a modificar el cariño por las mascotas como animales de compañía. Así lo revela el Registro de Animales de Compañía, donde debe ser inscrito cualquier animal.
Estas inscripciones, que son obligatorias, permiten establecer programas sanitarios preventivos o de urgencia ante enfermedades transmisibles al ser humano o a otros animales, su recuperación en caso de pérdida o robo, o intervención por maltrato.
Pese a esa situación de crisis, el pasado año las inscripciones en el Registro Central de Animales de Compañía de Andalucía aumentaron un 10,2%, al pasar de los 1,7 millones que había en 2011 a 1,9 millones. De estos animales, el 94 por ciento son perros; 92.871 gatos, 8.316 hurones y 11.697 de otras especies.
En este incremento ha habido un aumento considerable de perros de tipología peligrosa, como pueden ser pit bull, rottweiler, dóberman, dogo argentino, american staffordshire terrier y akita inu.
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