
Charo, una conocida repostera de Madrid, atiende pedidos tras un mostrador repleto de 'muffins', 'brownies', 'cupcakes' y 'macaroons' cada mañana. Sus clientes no son nada habituales y poseen paladares muy exigentes: se trata de perros y gatos que buscan algo diferente y sabroso que llevarse a la boca.
Con la ayuda de su hijo Álvaro, el repostero canino de Miguitas, en el corazón del madrileño barrio de Malasaña (Divino Pastor, 7), elaboran chucherías artesanas a base de harinas integrales e ingredientes naturales y frescos como fruta, hortaliza, verdura y carne, muy nutritivos y saludables para las mascotas.
Los conservantes, aromatizantes, productos químicos o levaduras están vetados en este obrador. Uno de los perros de Charo se volvió altamente alérgico a varios alimentos, entre ellos algunos cereales, y eso le obligó a fijarse mucho en lo que le daba de comer.
De la necesidad de buscar una alimentación adecuada para su perro surgió la idea de montar la primera pastelería para perros y gatos de España, hace ya tres años.
Entre las chucherías favoritas de su clientela figuran las galletas blandas a base de pato, salmón o ternera (la preferida de los gatos) y los 'brownies', los más vendidos de la tienda. Eso sí, sin chocolate, muy tóxico si se da en grandes cantidades, el cual sustituyen por algarroba.
Las galletas de hígado de pollo también son muy demandadas ("con pollo de verdad, no como las chucherías industriales que sólo llevan aroma"), así como las tartas personalizadas para celebrar ocasiones especiales.