La revista profesional, "El Financiero", recoge en su número del mes de mayo que Tania Isenste, una abogado profesional del equipo de Goldman Sachs que trabajaba en Wall Street, dejó su prometedor trabajo en la compañía inversora, para dedicarse al cuidado de mascotas.
Tania Isenstein reconoce que se encontraba agotada profesionalmente, después de 17 años de carrera profesional cómo abogado.
El primer paso fue comprar un negocio de cuidado de mascotas, en Manhattan, que estaba atravesando por problemas financieros, donde ella misma había llevado a su perro, .
Hoy, esa misma empresa y con el mismo objetivo emplea a 40 personas, entre ellas cinco peluqueros.