Otra clase de créditos.
Ante la ralentización del crédito hipotecario, las entidades financieras han incorporado a sus políticas comerciales estrategias para facilitar a las demás líneas crediticias.
A pesar de que los tipos de interés siguen describiendo una senda ascendente, las familias continúan mostrando su confianza en el futuro y aumentan su endeudamiento. En el último tramo de 2006, el crédito al hogar subía a un ritmo anual del 20 por ciento. Esta tasa de crecimiento no era debida precisamente al crédito hipotecario, que ha comenzado a moderar su ascenso, sino al resto de las formas crediticias, que han acelerado su ascenso, de forma que en 2005 sólo crecía en un 12,5 por ciento y el año pasado ya se incrementó en un 17,3 por ciento.
Para compensar el menor crecimiento de los hipotecarios, las entidades financieras han dirigido sus políticas financieras a otras demandas de crédito. Bancos y cajas, han relajado las condiciones para acceder a un crédito personal destinado al consumo al mismo tiempo que se han ingeniado para facilitar la inmediatez de su concesión. Préstamos, créditos o tarjetas se pueden conseguir con tramitaciones fáciles y rápidas a través de los canales más diversos, como pueden ser Internet o, incluso teléfono móvil.
Que la situación puede estabilizarse los demuestra el hecho de que, ante el aumento del precio del dinero, la Tasa de Morosidad del conjunto del crédito al sector privado se sigue manteniéndose a niveles muy bajos. Casi todo el mundo paga sin dilación.
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