Las falsificaciones chinas afectan a los animales domésticos.
Desde los relojes Rolex hasta los bolsos Louis Vuitton, pasando por los DVD con los últimos éxitos de taquilla, China es el paraíso de las copias falsificadas. Sin duda, todo un negocio multimillonario que, al margen de sus enormes perjuicios económicos, puede tener también consecuencias fatales cuando lo que se imita no son camisas de marca o discos de música, sino alimentos y medicamentos. En su condición de «fábrica global», China es el lugar donde se produce buena parte de los medicamentos y comidas preelaboradas que se consumen en la sociedad occidental, donde rara vez se verifica el origen de dichos artículos. Esta peligrosa falta de controles sanitarios acaba de ser puesta de manifiesto por un escándalo que ha sacudido a Estados Unidos, donde miles de mascotas, sobre todo perros y gatos, han muerto tras ingerir comida de animales que había sido preparada con sustancias procedentes del gigante asiático.
A la espera de que se aclare el caso, se sospecha que la causa de estas intoxicaciones parece estar en la melamina, un componente industrial utilizado en la producción de fertilizantes y plásticos que, por alguna razón, acabó formando parte del gluten de trigo exportado a EE.UU. como alimento para animales.
|