Terapia canina en el Centro Penitenciario de Valladolid.
El centro penitenciario de Villanubla, en las proximidades de Valladolid ha puesto en marcha una novedosa terapia canina destinada a los reclusos con discapacidad leve. Los protagonistas de este soplo de aire fresco para los presidiarios son Senda y Kui, dos cachorros dorados de 4 y 6 meses de Golden Retriever a los que los participantes en el programa deben cuidar, enseñar y jugar con ellos. El objetivo no es otro que «enseñarles a asumir responsabilidades a través de estos animales para prepararles para su integración en la sociedad», explica la monitora Julia Mohíno. La ONG de ayuda a los discapacitados intelectuales es la encargada de poner en práctica esta suerte de terapia innovadora promovida por Instituciones Penitencias y la Fundación Affinity. Esta última dona los canes, una de los cuales, Senda, procede de otro centro penitenciario. Su presencia pretende estimular a los siete internos que por ahora participan en este programa y que «padecen más que una discapacidad psíquica una discapacidad social nacida en su entorno por la falta de oportunidades para recibir formación», aclara Mohíno.
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