Las mascotas y la crisis económica.
a crisis económica, que se está dejando sentir en muchos sectores, no afecta a los consumos relacionados con las mascotas. He hablado con el propietario de una tienda de productos destinados a perros y me ha manifestado que, posiblemente, el deterioro de las economías domésticas haya ocasionado la aparición en el mercado de algunos productos segunda línea, ligeramente más económicos que los alimentos tradicionales, pero que el volumen global de ventas no ha acusado un descenso.
Cuando concluya 2008 se prevé un crecimiento de ventas que, quizás, no sea tan espectacular como el que se experimentó en 2007, pero en ningún caso se puede hablar de un descenso en los gastos familiares en “nuestro amigo el perro”. Mientras que en periodos de crisis se retraen otros consumos, no parece que ese comportamiento se extienda a los productos caninos. La gente sigue comprando cachorros y todos los productos empleados en el cuidado y en la alimentación de las mascotas. Cada día aumenta la gama de accesorios, juguetes, comida y servicios que reportan una mejora en la calidad de vida de los perros.
Pero no sólo se mantienen los niveles consumistas en productos sino también en el pago de servicios de veterinarios, etólogos y criadores. Cada poco tiempo aparecen nuevos centros y “hoteles para perros”, dotados de los mejores servicios para su cuidado y educación.
El perro ha dejado de ser un capricho pasajero, un objeto de compra compulsiva o un regalo de moda. La atención y el cuidado permanente por nuestro perro es el comportamiento normal que se brinda a un compañero incondicional, que te reporta cariño y compañía y con el que buscas una camaradería duradera.
Ángel de Uña y Villamediana Periodista Nos interesa su opinión.
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