Seis meses de prisión por matar a un perro de una patada.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a R.G.G. a seis meses de prisión y una multa de 1.800 euros por matar un perro, al que dio una patada que le lanzó por los aires y le rompió el bazo. La sentencia contempla asimismo una indemnización a la propietaria del perro que asciende a 9.610 euros, por los daños, las lesiones y secuelas y los daños morales. Los hechos sucedieron en abril de 2005, cuando el acusado, al llegar a su domicilio en Santander, vio en un prado a un perro suelto, que vigilaba su dueña desde la acera. El condenado, al que no le gustaban los perros y que sostenía que el citado prado no es de uso público, dio una patada al perro, lanzándolo al aire. Cuando la propietaria del animal se dirigió a él, le dio un manotazo que la derribó e hizo caer al suelo. Como consecuencia de la patada, el perro sufrió rotura de bazo y murió poco después en la consulta del veterinario. Su dueña padeció una contusión cervical y un trastorno de ansiedad, con estrés postraumático. La Audiencia entiende que los animales de compañía son depositarios del afecto de sus dueños, y que la «injustificada» acción le causó un estado de «desasosiego» que «perdura en el tiempo».
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