El cariño no es suficiente.
on una simple mirada crítica a la sociedad del siglo XXI, comprobamos que las mascotas han dejado de constituir un ser utilitario en el hogar para convertirse en un miembro más del mismo. Un trabajo realizado por Bayer Sanidad Animal confirma esta apreciación inicial. Según el estudio, más del 75% de las personas propietarias de un can, lo consideran como un miembro más de la familia.
Más conclusiones de este interesante estudio se pueden encontrar la sección Familia y Mascotas, de esta misma página.
Ya quedó atrás la tendencia a recurrir a un can para labores de caza o vigilancia, o a un gato para eliminar las plagas de un determinado lugar. Aunque son muchos los casos en los que se decide adquirir un perro para tener la obligación de salir con él a pasear, la mayoría tiende a tomar esta decisión por el mero capricho de tener un animal de compañía y cuidarle.
Sin embargo, en el mismo estudio se obtiene otra conclusión menos optimista y es que, a pesar de reconocer ese espacial carió familiar que nos vincula con las mascotas, los gastos que efectúan los hogares españoles en cuidados veterinarios y en la salud de sus mascotas es muy inferior al de los países europeos de nuestra misma cultura y semejantes rentas económicas.
No deja de ser un vacío lamentable, ya que cuando se opta por tener un perro o un gato, el dueño es el responsable de la salud de la mascota. Las tres reglas imprescindibles para que un animal esté mínimamente sano son: que tenga una cartilla sanitaria con las vacunaciones obligatorias, que realice una visita anual al veterinario y que tome los medicamentos necesarios para la desparasitación. No es suficiente con entregarle afecto y cariño, porque, aunque se considere que sus condiciones de vida son las adecuadas.
Ángel de Uña y Villamediana Periodista Nos interesa su opinión.
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