La crisis ha puesto freno a las adopciones de perros abandonados.
La crisis ha llegado también a las adopciones de animales abandonados. Muchos animales tendrán que esperar a mejores épocas para hallar un nuevo dueño. Mientras tanto, varias perreras de la Comunidad Valenciana han puesto el cartel "Refugio saturado”. La inestabilidad económica que afecta a los bolsillos de los ciudadanos ha puesto freno a las adopciones de canes. La razón no es el precio de los animales, ya que las adquisiciones son gratuitas, tan sólo se debe abonar el coste del microchip y vacunas, sino la "inseguridad laboral", según apunta Pilar de la Peña, portavoz de RefugioCan. Según esta representante, en los últimos seis meses se han reducido las adopciones en un 50 por ciento. El no saber si cerrará la empresa en la que se trabaja y el querer reducir gastos, aunque sea el de la comida de los perros, ha hecho que la gente decida no aumentar el número de integrantes de la familia. Según De la Peña, también ha provocado que se produzcan más abandonos, en su opinión, porque la gente se ve obligada a irse de alquiler y muchos propietarios no admiten animales. Este binomio ha provocado que las perreras estén "a tope", apuntan desde RefugioCan. A pesar de ello y dadas las fechas en que estamos, defienden las adopciones responsables "porque los perros no son un juguete". Desde la Sociedad Protectora de Animales y Plantas advierten que tiene un "problema grave de saturación". En este caso, su secretaria, Asunción Trillo, indica que la gente cada vez está más concienciada, pero a pesar de ello están bajando el número de adopciones.
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