Concentración en Las Palmas pidiendo un espacio para los perros. 
Con lemas como “Momo no me mima” o “Quiero pasear”, escritos en baberos que colgaban del cuello de los perros, más de un centenar de vecinos de la ciudad de Las Palmas pidieron al alcalde, Jerónimo Saavedra, que modificara las ordenanzas municipales que regulan el tránsito de estos animales por las vías públicas hasta ahora prohibidas, como ocurre en el paseo de Las Canteras. Además de la reforma de la legislación para que tenga en cuenta la “convivencia y habitabilidad” de los animales de compañía en los núcleos urbanos, este grupo de dueños de mascotas pide que se habiliten zonas adecuadas para el uso y disfrute de los animales, así como que se dote a la ciudad de los medios adecuados para tirar las deposiciones de los perros y lugares para que realicen las micciones. Con gritos como Las Palmas de Gran Canaria dice sí a los perros. Una ciudad para todos o Tenemos cuatro patas, que nos dejen usarlas, decenas de personas se iban uniendo a esta protesta celebrada en “uno de los municipios más restrictivos”, según la portavoz. “Parece que estamos en la cola del mundo. Todas las grandes ciudades europeas tienen lugares para los perros, mientras que nosotros tenemos que compartirlos con los gamberros”, explica Joviba Prinz. “Tenemos que sortear obstáculos como cristales después de, por ejemplo, los carnavales. Los peligrosos somos los humanos”, opina. Además, la portavoz aclara que “hablamos de perros sanos, vacunados y desparasitados” y puntualiza que “nos parece bien que el Ayuntamiento endurezca las multas para todas aquellas personas que no recojan los excrementos del animal”.
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