... está en marcha un hotel para aplicar “perroterapia”?
Acariciar un gato puede ser, para un enfermo de alzhéimer, una de las pocas conexiones con la realidad de las que puede disfrutar. Lo saben bien los promotores del proyecto Ángeles de 4 patas, defensores de las terapias para humanos con mascotas, que tienen entre manos la puesta en marcha de un hotel rural que sirva de guardería para animales, bajo la supervisión de trabajadores con síndrome de Down. Una médico, Jovita Prinz; un veterinario, Manuel Morales; una farmacéutica, Guadalupe Villamandos; y un empresario, José Luis Ramos se han unido para "concienciar a la sociedad de los enormes y contrastados beneficios de las terapias con animales". La iniciativa, que han presentado en el Colegio de Médicos de Las Palmas, pretende ser un espacio en el que los animales, sus cuidadores, así como mayores, enfermos y escolares podrán beneficiarse, bajo la supervisión de profesionales, de una terapia de ida y vuelta. La “perroterapia”, que nació en los años 60 del siglo pasado, se utiliza en varios campos. “Por un lado, con discapacitados auditivos, para los que las mascotas pueden distinguir sonidos; por supuesto, están los perros guía, así como lo que llaman perros de asistencia, que son animales entrenados para abrir puertas o apagar la luz”, relató Prinz, que describió varias experiencias reales. "En Elche, Alicante, se ha utilizado una elefanta en terapias para niños con síndrome de Down, con excelentes resultados, pero lo más bonito es que este animal había sido rechazado por su madre porque tenía una discapacidad". Esta técnica también tiene su aplicación en la Medicina. "Hay experiencias de detección del cáncer en humanos a través del olfato. Se describen casos en los que el perro ha olido la orina de un enfermo que no había sido diagnosticado y al que, una vez repetidas las pruebas, se le ha encontrado el tumor".
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