Cada día, los salarios se vinculan más a la productividad.
Durante 2010, los sueldos en España subieron a un ritmo del 2,5%, un incremento que se mantendrá a lo largo de 2012. Crecerá el número de beneficiarios de la retribución variable y el diseño de paquetes salariales a medida se convierte en la forma más eficaz para motivar a los que más aportan. España, poco a poco, hace los deberes que le mandó Merkel: desvincula los incrementos retributivos de la inflación para ser más competitiva. El incremento retributivo el año pasado en España ha sido de los más bajos de Europa. Sólo Irlanda y Portugal, con el 2% y el 2,3% respectivamente, tuvieron subidas inferiores. Este comportamiento compensa los excesos de los años 2008 y 2009, en los que nuestro país fue, con diferencia, el de los incrementos más altos de Europa. En 2012, los empleados disfrutarán de una subida media de 2,4%: los directores generales, de área y jefes y mandos verán como su nómina se incrementa un 2,5%; los técnicos y titulados, fuerzas de ventas y otros empleados verán como su salario crece un 2,6%. Casi el total de las 283 compañías analizadas en este estudio anual contemplan la retribución variable para alguno de sus colectivos: hay un ligero aumento en el pago por cumplimiento de objetivos a corto plazo y un incremento considerable en los incentivos a largo. Esta tendencia se puede explicar por “la salida de un alto número de profesionales que ocupaban posiciones altas en las organizaciones que, normalmente, disfrutan de estos elementos de compensación”. Añade que “las empresas, conscientes de la situación de incertidumbre están optando por pagar pasados tres o cuatro años y sólo si se han conseguido los resultados. La retribución está más que nunca vinculada al negocio”.
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