Mascotas en el punto de mira.
Frecuentemente, nos llegan de todas las comunidades autónomas españolas noticias que confirman un fenómeno preocupante: las mascotas son, junto con los automovilistas y ciclistas, los colectivos más examinados y sancionados por las policías locales.
Para tan laboriosa vigilancia, los agentes cuentan con la ayuda denunciante de las asociaciones de vecinos, a las que se presentan las quejas de los ciudadanos.
Cosa lógica si tenemos en cuenta que las denuncias individuales no tienen ni la acogida ni la tramitación esperada en los ayuntamientos.
Lo cierto es que de día en día, crece el clamor de los ciudadanos en contra del comportamiento incívico de algunos propietarios de mascotas.
Por otro lado, la situación de precariedad en las que se encuentran las cuentas municipales, no permiten albergar ilusiones de que se habiliten nuevos espacios destinados a la expansión canina.
La posible solución de zonas reservadas no cuentan con la confianza de los vecinos que no ven claro que esas zonas hayan servido para solucionar el problema, aunque los informes diarios de los servicios revelan que, en la mayor parte de las poblaciones, algo se han reducido.
Las mismas asociaciones de vecinos conceden preferencia a otras peticiones concretas para su zona, como pueden ser más frecuencia de autobuses, mejoras de algunas aceras, control de velocidad de los vehículos o reparaciones en las calles.
Analizas estas circunstancias y conscientes de que no se pueden pedir responsabilidades administrativas a las mismas mascotas, parece lógico reclamar desde nuestras páginas, un comportamiento más cívico de sus dueños.
Angel de Uña
Periodista
Nos interesa su opinión
|