La memoria de la vergüenza.
Durante los meses de verano, algunas sociedades protectoras de animales han dado a conocer las cifras de abandono de animales mascotas durante los seis primeros meses de 2015.
La memoria de actividades y actuaciones pone de manifiesto que pocas cosas han cambiado en este sórdido y vergonzoso mundo del abandono.
La única novedad es que aumenta la variedad de especies de animales que llegan a estos lugares de acogida. Ya no son sólo perros y gatos, sino que crece significativamente el número de palomas, tortugas, reptiles, hámsteres y conejos que llegan a estos centros.
En los demás datos de las memoria semestral se sigue manteniendo el número de animales que se abandonan en estos puntos de acogida, aunque algunas memorias ponen de relieve el significativo crecimiento de nuevos inquilinos de elevada edad.
Parece una ley que, cuando los animales son viejos, están enfermos o se quedan sin dientes, la gente se deshace de ellos.
Pero, como novedad, diremos que algunos centros de acogida han denunciado la llegada de camadas de perros abandonadas, lo que pone una vez más de relieve la necesidad de la esterilización de las madres, y destacando que la perra sufre mucho cuando le arrebatan sus cachorros.
Ninguna de estas cifras promoverá cambios en el comportamiento de la población ni en las iniciativas de los organismos político o administrativos.
Al tiempo.
Angel de Uña
Periodista
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