Datos para el optimismo.
Las mascotas adelantan cifras y pregonan que la crisis económica iniciada en 2009 está dando los últimos coletazos.
Esta opinión descansa sobre unos datos incontrovertibles: el descenso de perros abandonados, que había sido constante desde 2005 y que había alcanzado su punto álgido en2013, ha comenzado a flexionar a la baja en 2014 y repitió el descenso en 2015.
Los expertos afirman que este cambio de tendencia se debe a dos motivos: la mejora de la situación económica del país, que conlleva que muchas familias no se vean abocadas a abandonar su mascota, y las campañas de concienciación, que están calando en la población.
Durante años, el aumento de abandonos fue el efecto más visible de la caída de ingresos en el ámbito familiar ocasionado por el deterioro del mercado laboral y el aumento de parados.
Hoy, parece que el signo del mercado laboral y de los ingresos, ha cambiado, aunque aún aparecen comportamientos sociales que limitan el optimismo.
Según los primeros análisis realizados por distintas comunidades autónomas entre ellas la de Madrid, es cierto y real que cae el número de abandonos, mientras se mantienen de forma sostenida en el tiempo las adopciones.
Sin embargo, hay unos datos que nos impiden ser totalmente optimistas, ya que , pesar de estos comportamientos, a día de hoy, el número de mascotas que se abandonan sigue siendo mayor que el número de las que se adoptan.