Cambio ante un desbordado optimismo.
El último informe de la Fundación Affinity ha truncado repentinamente las optimistas expectativas creadas en torno al comportamiento de los españoles con sus mascotas.
Desde el año 2008, el número de perros y gatos abandonados había ido descendiendo de manera continua, pero este signo optimista cambió de sentido en 2016, contabilizando en España la cifra de 137.000 perros y gatos abandonados, casi los mismos que en 2015.
Las estimaciones para 2017, basadas en los últimos comportamientos de los españoles, son igualmente pesimistas.
Los autores del informe han constatado un fuerte crecimiento de abandonos de mascotas en la vía pública, lo que augura un destino fatal para estos animales y, por otro lado, el que la época en el que se dan más abandonos sean los meses vacacionales, entre mayo y septiembre, pone de manifiesto la irreflexión con la que los españoles tratan a sus mascotas.
La organización Affinity pone en marcha todos los años una campaña de sensibilización "alertando sobre la falta entre los españoles de un compromiso de adopción de animales" y constatando que, desgraciadamente " todavía hay mucha gente que trata a los animales como si fueran unos zapatos y que toman la decisión de una mascota de forma irreflexiva y con base en razones efímeras”.
En un artículo académico, el psicólogo Rafael Martos explicaba estos comportamientos el colocaba en la base del problema el carácter utilitarista que en la cultura española se otorga a estos animales.
Este psicólogo daba este diagnóstico: “Históricamente, a los animales se les destina a una función de trabajo, de protección, de caza, de comida, de vestimenta… y cuando se dejan de tener esos intereses se prescinde de la mascota”.
Un augurio sencillo y grave.

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