Normas para educar al perro en casa
Órdenes como 'ven', 'sentado' o 'quieto' son útiles y necesarias para la obediencia del cachorro.
Educar a un perro lleva su tiempo y sobre todo es necesaria la constancia, la coherencia y la paciencia.
Pero una vez que se sientan ciertas bases que el perro aprende y respeta, la convivencia en casa resultará satisfactoria y se evitarán problemas, que una vez que se instala, resultan difíciles de corregir.
Que el perro acuda cuando se le llama, que pare cuando se le ordena y que acate las órdenes de sus dueños son pautas básicas de obediencia canina que hay que conseguir. Sepamos cómo conseguirlo.
La orden 'Ven' es útil y necesaria, por ejemplo cuando finaliza la hora del paseo y hay que regresar a casa. Para que el animal acuda sin que sus dueños le tengan que perseguir por todo el parque, conviene tener en cuenta que hay que decir: Ven de una manera clara y contundente y apoyar la orden con un gesto, como señalar con el dedo a nuestro lado. No basta con llamar al perro por su nombre y conviene recordar que la palabra para que el perro acuda a nuestro lado debe ser siempre la misma.
Cuando el animal acata la orden y viene a nuestro lado sin problemas, es el momento de felicitarle para hacerle saber que ése es el comportamiento que esperamos de él. Bastarán unas caricias y palabras cariñosas.
Comenzar desde cachorro
Desde que el perro es un cachorro, conviene que comience con el aprendizaje de obediencia de órdenes básicas.
Además de Ven, el perro debe estar quieto cuando se le ordena. Imaginemos que llegan a casa unos invitados que tienen miedo a los perros o no están acostumbrados a tratar con ellos, es posible que el animal se acerque para saludarles y apoye sus patas delanteras en los invitados.
La mejor forma de controlar al perro para que mantenga las distancias en este tipo de situaciones es que obedezca la orden Sentado. Al tiempo que se pronuncia la palabra, conviene reforzarla con un gesto, como mostrar la palma de la mano extendida, como cuando se pretende frenar un coche. Una vez más, si el perro obedece, habrá que premiarle con caricias o incluso con algún premio comestible.
Otra de las situaciones en las que el perro puede tener un comportamiento inapropiado es a la hora de comer sus dueños.
La comida actúa como un poderoso reclamo frente a su olfato y el perro se lanza a pedir de manera insistente el alimento que está en la mesa. La orden Quieto pronunciada con tono enérgico, además de no ceder a las peticiones del animal cuando se está a la mesa es la mejor forma de frenar este tipo de comportamiento.
Si queremos que el perro actúe en consecuencia a las normas que se marcan en casa es importante que se mantengan siempre y por parte de todos los miembros de la familia.
El perro no entenderá que el padre no le deje subir a la cama y su hijo sí. Así que, si se quieren conseguir resultados con la educación del perro en casa, es imprescindible la coherencia y la constancia por parte de todos.
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