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Un reciente trabajo elaborado por neurocientíficos del Departamento de Psicología de la Universidad Emory de Atlanta (Estados Unidos), y publicado en la revista científica 'Social, Cognitive and Affective Neuroscience', revela por primera vez las preferencias por las recompensas de los perros ante un determinado estímulo, estudiando las bases neuronales, principal objetivo de la neurociencia.
En una primera fase del experimento, el grupo de investigadores utilizó el caudado ventral como una medida del valor de la recompensa intrínseca, y compararon a través de resonancia magnética su activación ante tres estímulos: alimentos, alabanza, o nada.
La conclusión fue que, en 13 de los 15 perros tomados como modelos para el estudio, esa parte del cerebro mostraba una activación neuronal igual o mayor ante los estímulos de recompensa basados en felicitaciones, que en los que se basaban en alimentos.
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En definitiva, más del 85% de los sujetos preferían el cariño del ser humano a la comida.
Para confirmar que efectivamente los canes preferían la interacción social con los humanos, se realizó un experimento de comportamiento fuera de escáner, empleando un laberinto sencillo en forma de Y: por una vía llegaban a su propietario, y éste les felicitaba, y por la otra vía llegaban a la comida. A cada perro se le permitió elegir el camino y los autores del estudio comprobaron que, de nuevo, se repetía el mismo patrón y los canes preferían el elogio al alimento.
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