El dolor en los perros: identificarlo para tratarlo
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Uno de los indicativos más fiables es el cambio de comportamiento en el animal.
Un amable lector nos expresa una duda y formula una pregunta. "En ocasiones -nos dice- me pregunto cómo manifiesta mi perro el dolor, porque ha estado enfermo en varias ocasiones y hasta que el veterinario nos lo ha dicho, no nos habíamos dado cuenta de ello. Me gustaría saber qué signos revelan que al perro le duele algo".
Los animales sienten dolor, pero lo pueden expresar de forma distinta a las personas. En la naturaleza, quien muestra sus debilidades se convierte en un blanco fácil para sus depredadores. Por ello hay perros y sobre todo gatos que pueden camuflar su dolor para garantizar su supervivencia.
Pero, ¿cómo detectar que el perro siente dolor?. Uno de los indicativos más fiables en este sentido es el cambio de comportamiento en el animal.
Es decir, si habitualmente es un perro o un gato activo y se muestra decaído o si suele tener buen apetito y de un día para otro no quiere comer, podemos sospechar que el animal siente dolor y es conveniente consultar con el veterinario.
Al igual que ocurre con las personas, cada animal tiene su propio grado de tolerancia al dolor.
Aunque los perros y gatos no verbalicen su malestar físico, tienen otras formas de expresarlo y la atención de los dueños es la clave para detectar esas señales, como:
Los problemas de movilidad del perro o gato, como la rigidez, inactividad o dificultad para apoyar las patas.
Una cojera, descoordinación o torpeza con los movimientos, también son señales que avisan que el animal siente dolor.
En el caso de los perros que ladran con insistencia, aún cuando se encuentra acompañado, también pude ser una manifestación del dolor que siente el animal, al igual que la disminución o la falta de apetito.
Las causas más habituales
Las enfermedades de las articulaciones, como la artritis, Los procesos posoperatorios, como en el caso de cirugías practicadas debido a la fractura de huesos, extirpación de tumores o esterilización,
Las afecciones dentales del animal, como los flemones o los tumores orales y enfermedades como el cáncer.
Paliar el dolor del animal es necesario, ya que incide en una mejora de su calidad de vida y bienestar, al reducir su estrés y sufrimiento.
Es un error pensar que el dolor del perro o el gato es un mal menor, consecuencia de la enfermedad y algo transitorio que el animal superará sin ayuda, ya que no se queja.
En caso de no tratarse de manera adecuada el padecimiento del dolor, el problema se puede agravar con el tiempo.
Los tratamientos para paliar el dolor del perro o gato deben ser específicos para ellos, no se debe automedicar al animal.
El consumo de productos analgésicos para perros ha aumentado de manera considerable en el mundo y en España en los últimos cinco años.
Ello se debe a dos motivos: el colectivo veterinario es más consciente de que el dolor en los animales disminuye de manera considerable su calidad de vida y los dueños están más informados sobre la importancia de evitar el sufrimiento que provoca el dolor a sus mascotas.
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