La hipertensión en el perro puede provocar su muerte.
Veterinarios consultados por nuestra publicación aseguran que son cada vez más numerosos los perros que acuden a sus consultas y que son diagnosticados como hipertensos.
Uno de ellos ha precisado que el 10% de los perros ancianos o que padecen obesidad sufre hipertensión y las causas más habituales por las que está producida son las patologías cardíacas y la diabetes, lo que puede provocar la muerte del animal.
La tensión alta de los perros está provocada por diferentes causas a la personas. Lo habitual es que esté asociada a enfermedades que afectan al funcionamiento metabólico del animal, como la diabetes, así como las patologías renales o cardíacas. Una característica común entre las personas y los perros hipertensos es que poseen unos baremos similares de tensión normalizada, que son 14/8.
La hipertensión del perro no se hereda a través de los genes, pero sí hay factores que predisponen al perro para padecerla, como la obesidad y la edad avanzada.
Los síntomas
Los síntomas de un perro que tiene la tensión alta son variados según cada caso y pueden ser: que el animal esté más inquieto y nervioso de lo habitual o sufra convulsiones, aunque también hay perros que pierden visión y sufren desprendimiento de retina.
No obstante, la hipertensión canina no está provocada por el colesterol, como en el caso de las personas.
Las razones son que los perros tienen las arterias más flexibles que las personas y no acumulan grasa en ellas, ya que viven menos años que las personas y no llegan a acumular el colesterol en su organismo.
De hecho, el ictus o infarto cerebral en los perros por hipertensión es meramente anecdótico.
Aunque la hipertensión canina no se puede prevenir, porque su aparición está asociada a otros factores, como ciertas enfermedades, sí se puede tratar y controlar.
La manera de hacerlo es con medicamentos vasodilatadores, que relajan las paredes de las arterias del perro y evitan su rigidez. No obstante, el tratamiento de la enfermedad que desencadena la hipertensión canina, suele bajar la tensión arterial elevada del animal.
El perro hipertenso precisa controles periódicos para controlar la tensión, pero la medición es más complicada que en las personas, ya que se suelen poner muy nerviosos y los resultados no son fiables.
A los perros se les toma la tensión en la pata o bien en la cola.
El control de la tensión del perro no se suele llevar a cabo en las consultas habituales del veterinario, así que si usted percibe algún síntoma de los comentados en su perro, es recomendable que lo consulte con su veterinario.
Cuanto antes se detecte la presión arterial alta del animal, antes se podrá controlar.
|