Los problemas que plantea el cambio de dieta en los perros
FUENTE DE IMAGEN: Pixabay
Algunas razas tienen el estómago más delicado y hay que tener cuidado con su alimentación
La raza de un perro determina el grado de tolerancia de su estómago a los cambios en su dieta. Algunos sufren estas variaciones. Es el caso de los collies, que pueden tener más problemas de salud con las variaciones de su alimentación.
Cuanto más pedigrí tiene el perro o es de raza más pura, más delicado suele tener el estómago y más le cuesta adaptarse a los cambios alimentarios.
Independientemente de la raza, los perros no tienen la capacidad de adaptación de las personas a los cambios en la dieta.
Su flora bacteriana no es tan variada como la de un humano, por lo que una modificación brusca en su alimentación puede provocarle problemas de salud, como una diarrea o vómitos.
Hay situaciones que sirven de detonante del aumento de las consultas veterinarias por problemas de salud del perro, debido a cambios indebidos en su alimentación.
Es el caso de las reuniones familiares en torno a la mesa durante la Navidad o las barbacoas, en verano, que es cuando se ofrece al perro todo tipo de alimentos de manera indiscriminada.
Estos excesos y modificaciones en la dieta se traducen en problemas estomacales, como diarrea o vómitos.
Cómo evitar problemas
La forma de minimizar el impacto sobre la salud estomacal del perro frente a una alteración de la dieta se consigue con sencillas pautas, como las siguientes:
1. Reducir los cambios del pienso habitual, con consideraciones como elegir un alimento que se encuentre con facilidad en el mercado y que se adapte a las posibilidades económicas de los dueños.
2. Cuando el perro sale de casa por vacaciones o está unos días en una residencia canina, conviene llevarle su pienso. De lo contrario, al estrés por la modificación de rutina en casa, se le une la variación en la dieta, que puede provocarle problemas estomacales. Los cuidadores y paseadores de perros que acuden a casa reducen estos problemas de estrés.
4. Si se varía de pienso o se pasa a una dieta casera canina, conviene llevar a cabo el cambio de manera paulatina, con la mezcla entre el alimento habitual y el nuevo, y bajo supervisión del veterinario.
Un perro necesita modificar la alimentación varias veces a lo largo de su vida, según su edad. Lo idóneo es que el animal ingiera en las diferentes etapas de su vida pienso específico para su edad y de una buena calidad. De esta manera, se previenen problemas digestivos y el perro tendrá asegurada la cobertura de todas sus necesidades nutricionales.
Las variaciones necesarias u obligadas de alimentación a lo largo de la vida de un perro pasan por tres fases, que vienen determinadas por su edad:
1. Cuando el can es un cachorro que se desteta, alrededor del mes y medio de edad, y pasa a ingerir alimento sólido, tras dejar la leche materna.
2. Cuando el perro tiene más de cinco meses necesita consumir un alimento de adulto menos energético que cuando era un cachorro.
3. Y por último, cuando el can tiene más de siete años precisa un pienso que prevenga problemas de salud típicos de los perros de edad avanzada, como las patologías orales (gingivitis) o la artrosis.
|