Los envenenamientos de mascotas en la calle, cada vez son más frecuentes.
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La intoxicación de animales se considera como una forma de maltrato y pueden denunciarse en el teléfono gratuito 062.
Cada día son más frecuentes los comportamientos insolidarios de personas que con un comportamiento totalmente incívico, extienden por la calles restos de comida envenenada que luego ingieren nuestras mascotas.
Muchos lectores que se dirigen a nosotros dándonos noticias de envenenamiento de alimentos y solicitando pautas para evitar que esos alimentos envenenados lleguen a sus gatos o a sus perros cuando éstos salen a las calles.
Es sabido que los perros y los gatos tienen la costumbre de olisquear y lamer o ingerir las sustancias que les llaman la atención por su olor.
Por eso, es habitual utilizar comida para mimetizar el olor y el sabor del veneno.
Por ello hay que evitar que el perro o el gato ingieran restos de comida por la calle.
Hay venenos, como la estricnina, que pueden causar la muerte del perro con una pequeña cantidad de sustancia.
Los síntomas que con más frecuencia presenta un perro o gato envenenado son:
Vómitos, rigidez muscular o convulsiones, mareo, desorientación, e incluso, puede expulsar espuma por la boca.
Esta sintomatología varía en función del veneno y la cantidad que el animal haya ingerido.
Frente a la más leve sospecha de intoxicación, es fundamental acudir cuanto antes al veterinario.
Las peleas entre vecinos por molestias derivadas de la tenencia del perro o el gato son un motivo habitual por el que se envenenan animales.
Molestias como que el perro o el gato se acerque demasiado al jardín colindante, o que haya animales callejeros, son situaciones que desencadenan los casos de envenenamiento.
El envenenamiento de animales se considera de forma legal una forma de maltrato y las comunidades autónomas españolas lo sancionan. Estas conductas delictivas deben denunciarse en el teléfono gratuito 062 del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona).
Cuanto antes se denuncie y se castigue a los culpables de envenenar animales, más probabilidades habrá de salvar a otras víctimas de este tipo de conductas.
En ocasiones, antes del envenenamiento del animal, la persona que perpetrará los hechos amenaza a los dueños del perro.
Cuando ocurre esta situación, el propietario debe permanecer alerta. Si observa que esa persona coloca sustancias en la calle, hay que comenzar a recoger pruebas que puedan avalar las intenciones de quien quiere envenenar al perro o gato.
Las fotos, las grabaciones y los testigos son indispensables para encontrar al culpable del envenenamiento del animal.
Además, recoger restos de las sustancias que coloque el presunto envenenador -en una bolsa, para entregar a la policía- resultará de gran ayuda en la investigación policial.
Pero, para que una investigación policial se lleve a cabo, hay que presentar antes una denuncia en la comisaría.
Se puede denunciar que una persona haya colocado veneno en la vía pública, aunque no haya habido ninguna víctima, ya que implica un riesgo real para todos los viandantes, incluidos los perros.
En resumen, las pautas básicas para evitar envenenamientos de perros y gatos son:
1. Evitar que el perro o el gato ingieran alimentos de la calle.
2. Educar al perro para que solo acepte el alimento que le ofrecen sus dueños.
3. En caso de recibir amenazas y sospechar que una persona coloca veneno en la vía pública, ponerlo en conocimiento de la policía, junto con pruebas (testigos, fotografías).
4. Ante la más mínima sospecha de que el animal ha resultado envenenado, acudir al veterinario.
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